La POLIPOSIS NASAL consiste en la aparición de pólipos dentro de la nariz. Los pólipos son crecimiento anómalo, completamente benigno, de la mucosa de la nariz, formando como quistes que cuelgan dentro de la nariz. 

La operación consiste en quitar los pólipos en los casos en que no hay beneficio con el tratamiento médico y hay obstrucción respiratoria o los pólipos, por obstrucción, están produciendo sinusitis de repetición. 

Si la operación no se acompaña de otros procedimientos dentro de la nariz (operación simultánea de cornetes, septoplastia, sinusitis,…) es una operación relativamente sencilla y se realiza de forma ambulatoria, dando el alta el mismo día de la intervención. 

Cuando sólo hay una cantidad pequeña de pólipos, se pueden extirpar con unas pinzas especiales. Cuando la cantidad en grande y hay gran obstrucción, la mejor forma de hacerlo es con un «desbridador intranasal», que es un sistema especial de extirpación de pólipos. 

Normalmente, las personas que tienen poliposis en la nariz tienen que hacerse a la idea de que van a tener que operarse de los pólipos 3 veces a lo largo de su vida. Este cálculo es una media. Hay pacientes con pólipos que no se tienen que operar nunca o sólo una vez, y los hay que tienen que pasar por 10-15 operaciones a lo largo de su vida. Estos casos tan extremos son cada vez menos frecuentes por la mejora de los tratamientos médicos. Gracias a estos nuevos tratamientos, las poliposis masivas se controlan muy bien después de la primera intervención.

El postoperatorio no se diferencia mucho del de una operación de cornetes. Esta intervención se realiza a través de los orificios de la nariz, sin dejar cicatrices externas.