La intervención de SEPTOPLASTIA consiste en corregir una desviación del tabique nasal. El tabique nasal es la pared que divide la nariz por la mitad, convirtiendo la nariz en dos cavidades independientes, una a cada lado. 

El tabique es una estructura fija, no se mueve ni se hincha. Esto quiere decir que el tabique desviado no hace que respiremos mal cuando nos acostamos o cuando nos acatarramos. El responsable de esto es el crecimiento de los cornetes. En estas situaciones de mala respiración, si además el tabique nasal está desviado, se empeora todavía más. Es decir, el tabique desviado hace que siempre respiremos mal o no, o que empeore otra situación como el crecimiento de los cornetes. 

La causa fundamental para operar el tabique nasal es que por estar desviado, produzca DIFICULTAD RESPIRATORIA NASAL. Un tabique nasal desviado, no es indicación quirúrgica en principio, si el paciente respira bien. Puede ser indicación también porque produzca dolor de cabeza o predisposición a padecer sinusitis. 

La operación de septoplastia es una operación «funcional». El resultado que busca es respirar mejor y normalmente la forma externa de la nariz no se modifica. No hay que confundir esto con RINOPLASTIA, que es una intervención de cirugía estética, aunque sí existe la posibilidad de que ambas intervenciones se hagan a la vez (rinoseptoplastia). 

La operación no consiste en quitar el tabique. Consiste en reconstruirlo para ponerlo lo más recto posible. La operación requiere anestesia general e ingreso hospitalario ambulatorio (dando el alta el mismo día de la intervención). 

Esta intervención se realiza a través de los orificios de la nariz, sin dejar cicatrices externas.